A lo largo y ancho del territorio de este valle se encuentran los restos arqueológicos atribuidos a la cultura Huancapampa, de presumible origen amazónico por los indicios hallados en el Templo de los Jaguares, la ciudad de Huarmichina y el cementerio pre - inca de Maray - Pampa. El culto a los jaguares era uno de los aspectos religiosos de mayor importancia para esta cultura, pero con la conquista de la provincia a manos del Inca Yupanqui, cerca del año 1480, toda costumbre huancapampa fue desapareciendo de manera paulatina, como parte del sometimiento a las creencias y cosmogonía inca. Con los incas, el valle de Huancabamba alcanzó su máximo esplendor, ya que la provincia pasó a convertirse en un importante centro administrativo, de los más vastos que tuvo el incanato. Pero la supremacía incaica nada pudo hacer contra el poderío de los conquistadores españoles, quienes llegaron al valle de Huancabamba en 1532 para continuar con la campaña de conquista, comenzando en la región andina con las ciudades de Caxas y Huancabamba; la derrota de los incas en el valle culminó con la esclavitud de los indígenas (huancapampas e incas). Hoy en día se conoce a Huancabamba como la “cuna del curanderismo”, porque en las lagunas que posee su territorio se realizan rituales de curación, muy practicados por los chamanes y brujos de la zona.