La historia de los primeros habitantes del territorio de Jaén data del 1000 al 1500 a.C. Prueba de ello se encuentra en los asentamientos humanos hallados en la provincia, donde se puede apreciar cerámicos y restos arqueológicos que dan una muestra de la arquitectura y el arte de esta incipiente cultura. Estos habitantes formaban parte de tribus que vivían en presumible armonía, aunque los más destacados fueron los pakamuros (o bracamoros). El nombre de esta tribu proviene de la palabra Pukamoros (puka = rojo, muro = pintado), denominación dada por el Inca Huayna Cápac, luego de ser derrotado por la bravura de este pueblo de raíces amazónicas. El nombre también hace referencia a la pintura roja que llevaban en el rostro y el pecho cuando iban a la guerra o a celebrar alguna fiesta.