En el actual territorio que abarca Paracas, durante el periodo preínca, floreció una civilización ancestral, a la que hoy en día se recuerda con el nombre de la Cultura Paracas. Esta se caracterizaba por su arte textil, muy avanzado para la época, por sus rituales funerarios y por las trepanaciones craneanas, las cuales se realizaban con la finalidad de extirpar los malos espíritus. Los Paracas también son conocidos por deformar sus cabezas, al punto de tenerlas alargadas en forma cónica. Los restos arqueológicos de esta cultura fueron hallados por el arqueólogo Julio C. Tello en 1925. En 1820, 6 navíos desembarcaron en su costa, los cuales formaban parte del Ejército Libertador, de la Expedición Libertadora del Perú, comandada por el General José de San Martín. El nombre de Paracas significa lluvia de arena debido a los fuertes vientos que llevan restos de arena, característicos del territorio (estos vientos alcanzan velocidades de 32 km/h).