La historia de los primeros tumbesinos se remonta a la época preinca y está ligada a la cultura Tumpis, una destacada etnia de navegantes, quienes llegaron a ser considerados como los mejores de la costa norte peruana. También eran unos talladores expertos, usaban como material primordial las conchas de las diferentes especies de molusco de la región. Durante la época incaica, Tumbes fue sometido al dominio del Inca Pachacútec, convirtiéndose en un importante centro administrativo de la cultura inca. Pero fue durante el apogeo del dominio del Inca Huayna Cápac que alcanzó una mayor relevancia estratégica, construyéndose así templos, caminos y viviendas. Con la llegada de los españoles en 1532, en el territorio de Tumbes se dio el encuentro entre occidente y la cultura inca. Fue en ese momento en que los españoles conocieron por primera vez la fortaleza y vitalidad de los guerreros indígenas, unos luchando por el dominio, y otros resistiéndose a la invasión en el denominado Combate de los Manglares. Posteriormente, en la guerra de Independencia, Tumbes sería la primera ciudad en conseguir su independencia (7 de enero de 1821). En el conflicto armado de 1941 contra el vecino país de Ecuador, los tumbesinos jugaron un rol de suma importancia, colaborando activamente en la lucha patriótica por defender la soberanía peruana. Fue así que en 1942 se elevó a Tumbes a la categoría de departamento, como reconocimiento a su incondicional apoyo, esfuerzo y sacrificio para conseguir la victoria del pueblo peruano.